Los pueblos fantasmas son reliquias del pasado que evocan un silencio inquietante, donde el tiempo parece haberse detenido en medio de ruinas y leyendas. Estos lugares abandonados atraen a aventureros que buscan emociones fuertes, desde masacres históricas hasta desastres naturales que los condenaron al olvido. Explorarlos es como entrar en un set de película de terror, con ecos de vidas pasadas y atmósferas que erizan la piel.
A continuación, presentamos un ranking de los cinco pueblos fantasmas más escalofriantes que puedes visitar este año, seleccionados por su aura siniestra, accesibilidad y misterio, con detalles sobre su historia y costos aproximados.
1. Craco, Italia
Craco, en Basilicata, Italia, fue abandonado en los años 60 por terremotos y malaria, dejando un pueblo medieval con casas derruidas y una iglesia del siglo XIII que parece susurrar secretos. Sus calles empedradas, cubiertas de hiedra, evocan fantasmas de plagas y guerras, y ha servido de set para películas como «La Pasión de Cristo».
Con 50,000 visitantes estimados, tours guiados cuestan $15 USD, y hospedaje en pueblos cercanos desde $80 USD por noche. Es escalofriante por su belleza postapocalíptica, ideal para fotos en ruinas bajo la luna llena.
2. Pripyat, Ucrania
Pripyat, cerca de Chernóbil, es un pueblo soviético congelado en 1986 tras el desastre nuclear, con edificios de 50,000 habitantes abandonados, hospitales y un parque de diversiones oxidado.
El silencio roto solo por el viento y la radiación residual crean un terror real. Con 100,000 visitantes estimados, tours guiados desde Kiev cuestan $150 USD, incluyendo dosimetría. Es escalofriante por su atmósfera apocalíptica, perfecto para quienes buscan un recordatorio vivo de la historia nuclear.
3. Kolmanskop, Namibia
Kolmanskop, en el desierto namibio, es un pueblo minero alemán de 1905 abandonado en 1956, con casas de arena invadidas por dunas que parecen tumbas vivientes. Sus salones con candelabros cubiertos de polvo evocan fantasmas de la fiebre del diamante.
Con 200,000 visitantes estimados, entradas al sitio son $20 USD, accesible desde Lüderitz ($50 USD en tour). Es escalofriante por su erosión natural, ideal para exploradores que quieren un desierto embrujado.
4. Centralia, Pensilvania, EE.UU.
Centralia, en Pensilvania, es un pueblo minero incendiado desde 1962 por un fuego subterráneo que aún arde, creando grietas humeantes y gases tóxicos. Abandonado en 1981, sus carreteras rotas y casas derruidas parecen un infierno real.
Con 10,000 visitantes estimados, el acceso es limitado (permitidos gratuitos), desde Shamokin ($10 USD en taxi). Es escalofriante por su peligro latente, perfecto para un viaje a lo desconocido.
5. Hashima (Gunkanjima), Japón
Hashima, cerca de Nagasaki, es una isla minera de 1910 abandonada en 1974, con edificios de concreto derruidos que parecen una ciudad postnuclear. Su silueta de acorazado y minas subterráneas evocan espectros de mineros esclavizados.
Con 200,000 visitantes estimados, tours en barco cuestan $40 USD, desde Nagasaki. Es escalofriante por su aislamiento marítimo, ideal para fotos en ruinas industriales.
Yuniet Blanco Salas